La mala comunicación

Los celulares andan como la mierda.

El otro día en Entre Ríos, un médico muy respetado recibió una llamada de un íntimo amigo al celular.

A pesar que la comunicación por momentos se cortaba, recibía descargas y ruidos, el profesional llegó a entender que su amigo (un depresivo crónico con algunos problemas económicos) estaba en un monte en las afueras de la ciudad sosteniendo un arma en su sien.

Acostumbrado a mantener la calma en situaciones desesperadas, el medico trató de tranquilizar a su amigo enumerándole muchas cosas positivas por las que vale la pena vivir, cosas generales y particulares. Sospechaba que si bien el hombre pasaba por un momento límite el hecho de que lo haya llamado a él mostraba que no estaba decidido a cometer la locura de dispararse, quizá solo necesitaba escuchar unas palabras sabias de un hombre de reconocido sentido común que le mostraran lo que en su estado no podía ver.

La comunicación era pésima, pero el doctor sentía que su objetivo estaba al alcanze de la mano y terminó su monólogo diciendo:
-Lo de la guita es una pelotudes, todos tuvimos quilombos de ese tipo, vos sos una persona joven, inteligente, querida y con una hermosa familia, así que no cometas un DISPARATE…

A pesar de la mala calidad de la comunicación, que no dejó en ningún momento de escucharse entrecortada y con molestos ruidos, el médico quedó aturdido por el ruido del disparo.

Podrán decir que un hombre desesperado escucha lo que quiere escuchar, pero los celulares andan como la mierda.